La Renga hizo vibrar a La Plata con un concierto épico  

El estadio Único de La Plata se convirtió en el epicentro de la música y la pasión rockera el sábado por la noche, cuando miles de fanáticos se congregaron para presenciar el esperado espectáculo de la icónica agrupación. Desde muy temprano, la gente fue llegando a la ciudad capital de todos los puntos del país y los platenses se preparaban para recibirlos. La Renga es eso, reuniones multitudinarias, con gente que se reúne de todo el país para celebrar juntos la misma pasión que los une.

Miles de previas en casas, con asado, bebida, fiesta, recitales en clubes y multitudes coparon la rambla de calle 32 y alrededores. Desde tempranas horas de la tarde, la atmósfera vibraba con la emoción y la anticipación, mientras los seguidores de todas las edades llegaban al recinto para disfrutar de una noche única. Con un escenario imponente y un sonido impecable.

Más de cuatrocientas personas trabajaron durante dos semanas en el armado en el centro del campo, con cuatro pantallas y dos torres de sonido en cada una de sus cuatro caras, y una batería giratoria para el Tanque. Tete corre por todo el escenario y Chizzo va corriendo y caminando mientras toca la viola por los cuatro micrófonos. Hay que destacar que La Renga ya había usado este tipo de escenario en “El ojo del huracán” en 2004 y en una doble fecha en este mismo estadio, allá por 2007.

Cerca de las 22.00 se apagaron las luces y las pantallas comenzaban a proyectar imágenes de “Totalmente poseídos”, la película-documental estrenada en los cines del país. A tono con la temática rutera de la película, Chizzo, Tete, Tanque y Manu suben para sorpresa de todos al escenario en un triciclo motorizado y dan inicio al show con “Buena ruta hermano”, “Motoralmaisangre”, tema dedicado a la histórica Nelly, la primera mujer en la Argentina que sacó el registro y recorrió el país en dos ruedas. Chizzo saluda al público, y da las gracias por agotar las entradas y continúa con “A tu lado” y “A la carga mi rocanrol”. 

La temática rutera continúa y suena “Nómades”, seguido de “Buena pipa”. “Tripa y corazón” y “Parece un caso perdido”, tema del último disco “Alejado de la red”. Le siguen tres hits de los primeros años: “Cuándo vendrán”, “Bien alto” y “En el baldío”.

El segundo estreno de la noche vino de la mano de “Ese lugar de ninguna parte”. Mientras tanto, las pantallas mostraban imágenes de los hermosos paisajes de Tafí del Valle (Tucumán). Chizzo hizo sonar su guitarra al aire y el público comenzó a abrir rondas de pogo porque sabe que se venía “El twist del pibe”. 

El camino ahora nos llevó a “Corazón fugitivo”. A continuación, subieron al escenario “Las cucarachas de bronce”, la banda de vientos liderada por Manu Varela para presentar “Flecha en la clave”, las pantallas se prenden fuego y el techo del estadio Único se tiñe de flechas luminosas: “Este es un tema de hace mucho, pero volvió a ser actual. ¿Saben por qué?”, se pregunta Chizzo antes de “Vende patria clon”. La gente contesta cantando una vez terminado el tema “La patria no se vende".

Unos minutitos de descanso y la banda continúa con “Canibalismo galáctico”, seguido de “El rey de la triste felicidad” y “El rito de los corazones sangrando”.  

Algo que nadie se esperaba fue “Cuando estés acá”, tema dedicado a Lihuel Iglesias, hijo de Tete. Le siguió una gran reversión de “Montaña roja”, el clásico de Trueno Tierra que reeditaron en la película. 

Chizzo aconseja no dejar pasar la vida en “Oportunidad oportuna” y luego viene el último de los temas nuevos de la noche “En la banquina de algún lado”. Nuevamente las pantallas se nutren de paisajes del interior de nuestro hermoso país. Le siguen un triplete de clásicos que son fijos en la lista “El viento que todo empuja”, “Oscuro diamante” y “La razón que te demora”, para dar final al show.

Unos minutos de intervalo y la banda vuelve al escenario y se sube el primer y único invitado de la noche: Nacho Smilari, pionero de nuestro querido rock nacional, para realizar un sentido homenaje a Javier Martínez, baterista de Manal fallecido ese mismo sábado. Suena “No pibe”, clásico de la histórica banda. Nacho no se baja del escenario y a puro punteo se luce en “Panic show”, al que le sigue “Desnudo para siempre”.  Para lo último, “El final es en dónde partí”. Para cerrar una gran noche, luego de tres horas de show, se despidieron “Hablando de la libertad”. 

De esa manera la banda de Mataderos se retiró del escenario nuevamente conduciendo su triciclo motorizado en dirección a camarines, para brindar con su familia y amigos por una nueva noche de rock.

El espectáculo alcanzó su punto álgido con un impresionante juego de luces y efectos visuales, que acompañaron cada acorde y cada verso con una atmósfera mágica y envolvente. El público, entregado por completo al frenesí del rock, respondió con ovaciones y cánticos que resonaron en todo el estadio, creando un vínculo indisoluble entre artistas y seguidores.

Al finalizar el concierto, los asistentes abandonaron el estadio con el corazón lleno de emociones y la certeza de haber sido testigos de un momento histórico en la escena del rock argentino. Con su inconfundible estilo y su mensaje de autenticidad y resistencia, La Renga demostró una vez más por qué es una de las bandas más queridas y respetadas del país. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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