Seguimos buscando enemigos. Ahora contra Chile y Bolivia

En este caso, fue a través de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien aseguró que en Chile y Bolivia hay presencia de células activas de la organización terrorista Hezbollah. Las respuestas no se hicieron esperar, y nuestro país quedo inmerso en otro papelón totalmente evitable. 

En su manía de buscar enemigos donde no los hay y de buscar conflictos innecesarios con pueblos hermanos, fue el turno de Patricia Bullrich, la que genero tensiones con Chile y Bolivia. Bullrich había declarado que Argentina está en un “máximo nivel de alerta de seguridad porque ha habido un memorándum firmado entre Bolivia e Irán”. Y profundizó: “Hay presencia de miembros iraníes de las fuerzas Quds, que son las fuerzas de alguna manera combatientes, una de las ramas armadas. Estamos analizando si hay personas que no hablan español y que tienen pasaportes bolivianos. No hemos visto entrar ninguno de ellos, pero es una hipótesis que manejamos como una posibilidad”.

La respuesta de Bolivia no tardó en llegar y se hizo a través de un comunicado donde se expresa: “Observamos con preocupación una campaña que busca generar confrontaciones entre estados, gobiernos y pueblos latinoamericanos, provocando innecesarias fricciones entre países hermanos, que el gobierno y el estado plurinacional de Bolivia condena, pues va en contrasentido de lo que nos hemos trazado en la CELAC de consolidar a América Latina y el Caribe como zona de paz”. Y demostrando la cordura, que le falta al gobierno de La Libertad Avanza, señala que “las centenarias relaciones políticas con el hermano pueblo argentino son más fuertes y sólidas que las desafortunadas expresiones de funcionarios circunstanciales del gobierno argentino”.

Sobre Chile, la ministra de Seguridad señaló que tenía evidencia sobre la presencia de miembros del grupo terrorista iraní en la zona de Iquique. Frente a semejante afrenta, el presidente chileno Javier Boric no tardó en manifestar su malestar: “La ministra de Seguridad del gobierno de Argentina, Patricia Bullrich, afirmó que un grupo terrorista llamado Hezbollah estaría con presencia en el norte de Chile y otros países de la región. Yo le exijo a la ministra de Seguridad de Argentina que si tiene antecedentes que los entregue y que colabore, pero que no haga antecedentes así al ‘tuntún’ y a la rápida sin probar absolutamente nada”.

Frente a tan contundente respuesta, realizada con la altura diplomática que en nuestros funcionarios no abundan, Bullrich no tuvo otra cosa que retrotraerse y bajarle el tono a sus afirmaciones. Así fue que, en una entrevista con CNN explicó: "La interpretación que se hizo en Chile es que yo estaba anunciando que podía haber una acción de Hezbollah y yo solo estaba haciendo una descripción objetiva de la presencia de Hezbollah en el continente americano". Sin embargo, para seguir sumando países a una investigación que roza lo absurdo, continúo agregando países del continente al agregar: “En ese marco, así como hablé de la Triple Frontera donde está involucrada Argentina, Brasil y Paraguay la presencia de Hezbollah, hice una descripción objetiva de lo que estaba pasando en Brasil, en Perú”.

Para finalizar la ministra busco alardear del tema, resaltando: "Nosotros tenemos mucha información porque estamos y tenemos un atentado provocado por Hezbollah, con Irán detrás". Sin embargo, cada vez queda más expuesta la impericia internacional del gobierno de Milei y sus funcionarios, su búsqueda por resquebrajar los fundamentales lazos centenarios que tiene Argentina con los países de la región, con miras a seguir cumpliendo fielmente la agenda internacional que se baja directamente desde Washington.

(*) Sebastián Casaleta, empresario.

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