En Estados Unidos, Milei recibió un retrato suyo personificando la abdicación napoleónica

Excentricidad al estilo Milei, solo equiparable a la foto de María Julia Alsogaray envuelta en un tapado de piel, mientras ocupaba el cargo de secretaría de Recursos Naturales y Ambiente durante el gobierno de Carlos Menem, o el más cercano cuadro que retrara al perro de Alberto Fernández cual granadero de patricios.

Javier Milei optó por un personaje histórico, tal como lo había anticipado en su tuitt del 22 de marzo, recordado por sus controversias históricas y sus posicionamientos políticos. Napoléon Bonaparte, emperador francés, aunque de origen italiano, quien estuvo al frente del gobierno entre 1804 y 1814, desde allí llevó adelante las guerras napoleónicas que se cree le costaron la vida a 6 millones de personas.

Aún así, el retrato elegido por Milei para asimilarse el “restaurador francés”, corresponde a la pintura “Napoleón abdicando en Fontainebleau”, una pintura al óleo realizada por Paul Delaroche en el año 1846. El mismo retrata el momento inmediatamente posterior a la firma de la rendición napoleónica en 1814, luego de la cual debió exiliarse en la isla de Elba.

De acuerdo a expertos en arte, la obra muestra a un Napoleón agobiado, derrotado, cuya aventura por el mundo político ha llegado a su fin. Un retrato del ocaso de una revolución política. Eso parece ser lo que pidió Milei al autor argentino Fabián Pérez, quien aunque dice estar muy atento y preocupado por la situación argentina, prefiere verla desde lejos, viviendo en Estados Unidos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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