Para tener su propia aeronave, Axel Kicillof desguazó el helicóptero sanitario

En 2011, durante la gestión del gobierno bonaerense encabezado por Daniel Scioli, se destinaron aproximadamente 6 millones de dólares a la adquisición de un helicóptero sanitario. Desde entonces, esta aeronave ha experimentado los avatares propios de la política argentina, hasta convertirse en un aparato obsoleto.

El EC145, identificado con la matrícula LQ-CLU, inicialmente se convirtió en un recurso de vital importancia para atender emergencias médicas en la provincia, durante los años de la administración de Scioli. Sin embargo, el helicóptero equipado con incubadora, terapia intensiva de neonatología, terapia intensiva pediátrica y terapia intensiva de adulto, en pocos meses fue desguazado para obtener repuestos que fueron destinados al helicóptero ejecutivo de uso político EC145, matrícula LQ-CLQ. La comodidad del gobernador, aparentemente, pesó más que la vida o la muerte de las víctimas en emergencia.

Las idas y vueltas del helicóptero sanitario se sostuvieron hasta el año 2016, cuando finalmente la provincia de Buenos Aires, ya bajo el mandato de María Eugenia Vidal, lo transfirió a la órbita de la Policía Bonaerense. Desde entonces, la provincia no cuenta con un helicóptero sanitario y no pareciera haber perspectivas de comprar uno a corto plazo.

Helicóptero sanitario, sin repuestos desde 2016, está fuera de uso.

El helicóptero sanitario ahora es utilizado por la Policía Bonaerense.

En 2023, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, decidió enviar el helicóptero a los Estados Unidos para ponerlo en condiciones. El gasto fue, nuevamente, de otros 6 millones de dólares. El aparato llegó recientemente a la Argentina y, para sorpresa de muchos, no fue destinado a lo sanitario sino a los patrullajes de la Policía Bonaerense. En efecto, en fecha reciente se aprobó un desembolso de 95 millones de pesos para equiparlo con insumos policiales.

Así trasladaban al delincuente herido en Atalaya, al hospital San Martín.

Las consecuencias de las prioridades invertidas de la política en la sociedad no tardaron en aparecer. Hace algunas horas, el oficial de la Policía Bonaerense, Gonzalo Frías, falleció mientras custodiaba el traslado de la oficial Florencia Herrera en ambulancia. Las autoridades del ministerio que ahora conduce Javier Alonso no aceptaron el traslado en aeronave, lo que podría haberle salvado la vida. Sin embargo, sí utilizaron el helicóptero de la Policía Bonaerense para trasladar a un delincuente herido al hospital San Martín de La Plata.

Una postal de la tragedia en la autopista del Oeste.

En la actualidad, la provincia de Buenos Aires tiene dos helicópteros de alta gama para el uso del gobernador Kicillof, y siete helicópteros policiales, pero ninguno sanitario.

En vistas de esto, las ambulancias deben improvisar de la forma que se puede para salvarle la vida a los pacientes más graves. En algunos casos, se llevan a cabo cordones sanitarios, con el objetivo de llegar al hospital en el menor tiempo posible. La vida o la muerte se debate en cuestión de segundos.

Mientras tanto, la prioridad de Kicillof se mantiene más cerca del lujo que de las necesidades de sus ciudadanos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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